Contratar a la persona que va a plasmar los recuerdos del día de vuestra boda, es una decisión muy importante. Al fin y al cabo las fotos serán el nexo que tendréis con vuestros recuerdos. Sin fotos, los recuerdos se diluyen en el tiempo.
La responsabilidad de asumir tan increíble tarea, debe de ir en conjunto con un diálogo fluido entre la pareja y el fotógrafo. Al fin y al cabo, uno no puede escribir la historia de dos personas a las que apenas conoce. Y conocer a la pareja y todo aquello que la rodea (su historia, sus inquietudes, sus gustos, su entorno, sus planes de futuro…) será la clave para poder contar vuestra historia con todo lujo de detalles.
Las personas depositamos nuestra confianza en aquellos profesionales con los que el feeling y el flow nos hacen sentir tranquilos y seguros de estar en buenas manos. Dejarte guiar por tu fotógrafo será básico para que pueda darte el mejor relato jamás escrito.
Cuando el diálogo y la confianza funcionan, el resultado es simplemente espectacular.